miércoles, 16 de enero de 2013

Fuerza antigangster (Gangster Squad)

 Año: 2013.
 Género: Acción/Drama.

 País: Estados Unidos.
 Duración: 113 minutos.
 Dirección: Ruben Fleischer.
 Intérpretes: Josh Brolin, Ryan Gosling, Sean Penn, Emma Stone, Anthony Mackie, Giovanni Ribisi, Michael Peña, Robert Patrick, Mireille Enos, Nick Nolte.


"El despiadado Mickey Cohen, rey de la mafia nacido en Brooklyn, dirige el show en su barrio, obteniendo las ganancias ilegales de las drogas, las armas, las prostitutas y, si logra lo que quiere, cada apuesta que se lleve a cabo en el oeste de Chicago. Y lo hace todo con la protección no sólo de sus propios matones a sueldo, sino también de la policía y los políticos que están bajo su control.

Mickey puede intimidar a todos, excepto, quizás al grupo secreto de forasteros de la policía de Los Ángeles liderados por el sargento O´Mara y Wooters que se unen para derribar el mundo de Cohen."


 Gangster Squad es una cáscara brillante pero vacía. Llama la atención de inmediato por su interesante elenco y la meticulosa reproducción de una Los Ángeles de fines de los '40, pero detrás de su opulencia fílmica se encuentra una historia ensamblada que se nutre de varios éxitos de gángsters pasados, queriendo ser una reimaginación de dichas historias pero poco y nada tiene que aportar a dicha subtrama criminal exceptuando ser un producto de calidad y entretenimiento asegurado.

 En una cruenta y pasmosa escena inicial es que conocemos al villano de turno, el matón Mickey Cohen, un sujero con complejo de superioridad que aspira a comerse el mundo, y para eso empieza a tomar el control de una Los Ángeles corrupta y llena de vicios por doquier. En una ciudad en la que nada ni nadie está seguro, Choen se cree un dios, pero un astuto y obstinado agente de la Ley piensa lo contrario: el sargento O'Mara está cansado de que la ciudad que eligió para criar a su hijo sea un desperdicio y se dispone a limpiar la ciudad con sus propias manos.  Tendrá un incentivo, claro, cuando un superior le proponga armar un escuadrón para hacerle frente al matón jugando con la misma moneda; ¿el resultado? Casi dos horas de enfrentamientos a a quemarropa en el que ambas facciones luchan por el control.

 Antes que nada el aplauso se lo merece Ruben Fleisher por lograr que una de gangsters luzca impecable; el director tiene un pulso bastante peculiar para filmar que ya nos mostró en la brutal Zombieland y que vuelve acá más estilizado que nunca. Muchas tomas cobran vida propia y resultan inmersivas en la trama, aparte de que la recreación se antoja vistosa y asfixiante de color al mismo tiempo. Técnicamente, Gangster Squad se pasa, pero a la hora de vendernos una historia creíble y aceptable, el guión de Will Beall toca demasiados lugares comunes que uno no puede evitar darse cuenta de que le están vendiendo otra vez la misma historia. Un malo malísimo, un bueno que es un pan de Dios, pérdida de vidas inocentes, trampas, amoríos... Básicamente uno puede preveer cada paso y cada vuelta del guión, lo cual hace el paseo violento menos entretenido y disfrutable de lo que podría haberlo sido con una historia más pulida y no tan simplista.

 Afortunadamente, lo que podía ser un bodrio de película sale a flote con un elenco soberbio y sobrio en todos sus aspectos; por sobre todas las cosas, las idas y vueltas que tienen Josh Brolin y Sean Penn en el film son fantásticas: el uno que nació para ser un justiciero (y para brillar en Hollywood, sin dudas) y el otro que encontró que el traje de villano le sienta de perlas. La lista sigue y nos encontramos con Ryan Gosling y su seductor emperdenido Wooters (cuya aterciopelada voz resulta extrañamente atractiva), que le sigue rompiendo el corazón a una despampanante Emma Stone (recordemos la natural química de estos dos en Crazy, Stupid Love) y conforman uno de los dos polos de amor, el otro siendo el del personaje de Brolin y una convincente Mireille Enos, a la cual nos tendremos que ir acostumbrando en el medio porque viene pisando fuerte. El equipo se conforma con el comodín, Giovanni Ribisi, la resurrección de Robert Patrick y dos caras nuevas que se están colando poco a poco en la Meca: Anthony Mackie (cuya posición consolidada crece más y más) y Michael Peña, el as latino por excelencia en estos últimos años. Mención especial le vale a un Nick Nolte irreconocible.

  Hay tiros, lío, y cosha golda en Gangster Squad, lo suficiente para que el reloj se pase volando, pero la falta de interés suscitada luego del final es alarmante, y no creo que una película se jacte de eso. Se esperaba mucho más de la película pero no, no estamos frente a The Untouchables del siglo XXI, ni mucho menos.


 Calificación: B-

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