lunes, 27 de diciembre de 2010

Tron: Legacy

 Año: 2010.
Género: Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos.
Duración: 125 minutos.
Dirección: Joseph Kosinski.

Intérpretes: Jeff Bridges, Garrett Hedlund, Olivia Wilde, Bruce Boxleitner, Michael Sheen.

 "Sam Flynn, un rebelde joven de 27 años, es atormentado por la misteriosa desaparición de su padre Kevin Flynn, un hombre que supo ser el desarrollador líder de v en el mundo. Cuando Sam investiga una extraña señal desde el antiguo Arcade recreativo de su padre - una señal que sólo podría haber enviado su padre - Sam se encuentra inmerso en un mundo digital en el cual Kevin ha estado atrapado por 20 años.  Con la ayuda de la temeraria guerrera Quorra, padre e hijo se embarcan en un viaje de vida o muerte a través del ciberuniverso, un universo creado por el mismo Kevin, que se ha convertido en un plano avanzado, repleto de vehículos, armas, escenarios y un despiadado villano que no se detendrá ante nada para prevenir su escape."

En 1982, TRON fue una película avanzada para su época, tan avanzada que tuvieron que pasar casi 30 años para que finalmente sea aceptada como esa obra de culto que es hoy en día. TRON: Legacy llega justo en el espacio temporal adecuado para hacer uso y abuso de las nuevas tecnologías digitales para narrar la vuelta al mundo digital que hace muchos años Steven Lisberger puso en marcha y ahora Joseph Kosinski ha elevado a la máxima potencia. El regreso, cual hijo pródigo, no podía ser mejor.

Kevin Flynn ha desaparecido. Un día simplemente no volvió a su casa y dejó huérfano a su pequeño hijo Sam (su madre ha muerto entre medio de las películas) Sam crece, y sigue los mismos pasos que su padre a su edad: es un genio con las computadoras, pero no trabaja para ENCOM, sino que cada año libera gratuitamente un programa por el cual la empresa ingresaría ganancias. Durante esta primera parte (todo en 2D hasta que ingresemos al mundo digital) hay más de un guiño a la original, tanto implícitos como explícitos: hay pósters y figurillas de la película a plena vista en la habitación de Sam, ENCOM sigue teniendo la misma puerta trasera enorme, y muchos goofs más que harán saltar al fanático al reconocer todo eso. También hace una aparición especial Alan Bradley, mucho más corta de lo que uno podría haber deseado.
  Charlas van, charlas vienen, inesperadamente Sam será empujado al arcade de su padre, en donde encontrará una sala de trabajo secreta y el cañón de Lora, que inevitablemente lo arrastrará al mundo digital de La Rejilla (¡?) (pésima traducción para The Grid)

El juego ha cambiado. The Grid ya no es lo que era, sino algo potencialmente mejor y más peligroso: todo luce espectacular y eso que se usan básicamente cuatro colores: azul, naranja, blanco y negro. Y eso no es nada: todo está updateado: desde los trajes de todos los programas que recorren el sistema, los juegos (ahora 100 % más peligrosos) los vehículos, todo está visualmente mejorado y con un atractivo visual que te deja la boca abierta. El programa CLU se ha hecho mandamás del mundo digital con mano férrea y ahora es un dictador encargado de eliminar a las imperfecciones; Kevin Flynn no está por ningún lado, y es tarea de su hijo encontrarlo para detener esta dictadura digital.
 Durante el camino (una de las más de 2 horas más entretenidas y alucinantes del año) hay varias revelaciones en las cuales se encaminan las ambiciones de cada personaje; algunas de estas vueltas son correctas aunque otras se vuelven un tanto absurdas. El guión escrito por Edward Kitsis y Adam Horowitz (entre cuyos créditos se encuentra la serie Lost) han conseguido un guión consistente y adecuado para esta secuela; amén del hecho que disminuya su potencia durante el intermedio, tanto la parte inicial como la final están repletas de secuencias de acción inolvidables.

El elenco es tan orgánico que uno se siente a gusto con ellos. La vuelta de Jeff Bridges (en un año bastante redituable para el actor) no es mejor, ya que resulta ser el alma de este mundo biodigital, y encima juega dos papeles: el del Kevin Flynn original y el de CLU, su alter ego maníaco tecnológico, rejuvenecido por técnicas digitales. Cabe destacar que aunque se note que no es real, si uno se esfuerza se nota, pero durante la mayoría de la película se deja ver y muy bien. Por momentos, Garrett Hedlund podría no ser la mejor opción para el papel del vástago de Flynn, pero el chico convence y tiene una dinámica especial, tanto con su padre como con Quorra, una especialmente bella Olivia Wilde que sigue sumando puntos en una carrera más que promisoria. Los tres juntos tienen las mejores escenas de la película, ya que son impecables. Michael Sheen es otro actor tan versátil que es increíble que no actúe en todas las películas de Hollywood: como Castor, el dueño del bar End of Line, se roba la escena siendo el personaje más psicodélico de ambas películas, la original y la secuela. Mención especial para Beau Garrett, una de las actrices más jóvenes y hermosas que han pisado la Meca del Cine.

Vuelvo a admirar a directores que con una opera prima logran entrar en escena de manera estruendosa. Pasó con JJ Abrams y vuelve a pasar con Joseph Kosinski: Joseph ha creado un espectaculo visual nunca antes visto, tan explosivo que te deja al filo de la butaca, tan explosivo y lleno de colores que deja a Speed RacerLegacy pálida en comparación, ya que no está tan descontracturada y no causará epilepsia en ninguno. Las escenas de acción, ya sean cuerpo a cuerpo o en vehículos de alta gama están excelentemente coreografiadas

El hecho de que sea una película asombrosa va más allá de todos los efectos visuales y que la película sea una cachetada enorme a los ojos: la banda de sonido de Daft Punk es colosalmente perfecta, ya que mezcla arreglos orquestales y estruendosos toques electrónicos - en definitiva, nunca una banda de sonido estuvo perfecta en cada momento de la película. Incluso el tema principal de la película es para parase y aplaudir (admito que casi lagrimeo en el final de la emoción de mirarla en el cine)

Tron Legacy es la cereza del postre que nos faltaba para cerrar este año de la mejor manera. Con una trama muy a la par de la original, más que correctas actuaciones, un despliegue visual intenso, una banda de sonido para el infarto, y escenas de acción demoledoras, Legacy es una secuela que no decepciona y que augura la vuelta próxima a este mundo digital (al menos, eso espero)

 

Calificación: A

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