lunes, 29 de junio de 2009

El Lector (Des Vorleser)

'Michael Berg tiene quince años. Un día, regresando a casa del colegio empieza a encontrarse mal y una mujer acude en su ayuda. La mujer se llama Hanna y tiene treinta y seis años. Unas semanas después, el muchacho, agradecido, le lleva a su casa un ramo de flores.
Éste será el principio de una relación erótica en la que, antes de amarse, ella siempre le pide a Michael que le lea en voz alta fragmentos de Schiller, Goethe, Tolstói, Dickens... el ritual se repite durante varios meses, hasta que un día Hanna desaparece sin dejar rastro.
Siete años después, Michael, estudiante de Derecho, acude al juicio contra cinco mujeres acusadas de criminales de guerra nazis y de ser las responsables de la muerte de varias personas en el campo de concentración del que eran guardianas. Una de las acusadas es Hanna. Y Michael se debate entre los gratos recuerdos y la sed de justicia, trata de comprender qué llevó a Hanna a cometer esas atrocidades, trata de descubrir quién es en realidad la mujer a la que amó...
'

Por ser uno de los libros pedidos por la Facultad me sentí repelido en un principio, y luego atraído por la idea de que la película del mismo título estaba basada en este libro, como pueden comprobar por la cubierta.
Al comenzar a leerlo, en el primer momento me pareció una historia simple y temí que la historia se fuera diluyendo con el erotismo tan marcado con lo incipiente de esta relación cuasi adúltera. Por suerte, esta etapa dura lo justo- en general el libro dura lo justo (unas 200 páginas) en las cuales nada está de mas ni falta nada-. Sus capítulos son cortos y eso hace que la lectura sea totalmente dinámica, amén de la mano de Schlink, que lleva su narración a un plano cotidiano totalmente admirable.

La historia se divide en tres partes muy diferentes entre sí, narradas por el viejo Michael que rememora todo lo que vivió: la juventud en donde se conoce con Hanna, el juicio y finalmente los años después. Y he aquí donde está unos de los puntos mas brillantes de la novela: el saber transmitir todas las sensaciones que acarrea el joven con su primer amor, ese que nunca se olvida y deja una huella imborrable, trenzado con una aberrante realidad como lo fue el Holocausto Nazi. Ambas tramas están mezcladas con precisión y no así porque sí. También la novela sirve como vehículo necesario en la fácil comprensión de lo que significó este terrible tramo en la historia de la humanidad, así como también para encajar en dicha historia los sucesos de la novela; como reza el subtítulo de la adaptación fílmica ('Descubre el misterio') hay una sorpresa tan simple como conmovedora, y hacia el final esa revelación toma un cariz totalmente emotivo y redentor.

'El Lector' es una compleja y a la vez simple moraleja que, no puedo dejar de admitirlo, me hizo lagrimear de satisfacción y pena en su tramo final. Cuando un libro me causa esa sensación de bienestar general en cuerpo y alma no puedo más que alabarlo y recomendarlo a los cuatro vientos.

Calificación: Excelente.

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